

Ana Botín se estrena prometiendo seguir la ‘trayectoria de éxito’ de su padre
Prioriza el dividendo, ratifica la estrategia de sacar a bolsa las filiales y promete seguir con la diversificación geográfica.
Se ha comprometido a «dedicar el mayor esfuerzo» para mantener la «trayectoria de éxito» de su padre, Emilio Botín, de quien ha reivindicado su «visión clara» para hacer al grupo «el más grande».
«En sus cerca de 30 años en la Presidencia del banco, (Emilio Botín) colocó al Santander como primera entidad de la eurozona y como uno de los diez bancos del mundo por capitalización bursátil», ha afirmado Ana Botín en su primera junta tras suceder a su padre.
En su primera intervención pública tras la muerte de su padre, Ana Botín, visiblemente emocionada, ha asumido este reto y ha querido dedicar un «recuerdo muy especial» a la memoria de Emilio Botín.
La nueva presidenta de Banco Santander ha admitido que «no será fácil» continuar con la «estrategia de éxito» de las últimas décadas, ante un entorno competitivo y regulatorio «cada vez más exigente».
Defenderá la política de dividendos como objetivo principal del banco
«La atención a ustedes (accionistas) fue siempre una de sus prioridades y el dividendo, objeto de atención principal para el banco», señaló Ana Botín, nombrada presidenta el miércoles pasado por unanimidad por el consejo tras recalcar que seguiría con esta estrategia.
Ante posibles reticencias expresadas por parte de algunos inversores en el sentido de que el banco siguiera siendo pilotado por cuarta generación por un miembro de la familia Botín, la nueva presidenta se limitó a señalar que el consejo la nombró a propuesta de la comisión de nombramientos y en «línea con las más altos estándares de corporate governance».
Banco Santander, que cuenta con una rentabilidad por dividendo 7,742 por ciento, figura como la segunda compañía con mejor rendimiento por dividendo entre las compañías del Ibex-35 por detrás de Repsol, según datos de Thomson Reuters, y más del doble del 3,594 por ciento que ofrece su principal rival nacional, el BBVA. Su competidor más grande en la zona euro, BNP, cuenta con una rentabilidad por dividendo del 2,8 por ciento.
El mayor banco de la eurozona tiene como objetivo un pay-out del 50 por ciento. Sin embargo, su política de scrip dividend, que permite elegir entre cobrar en acciones y efectivo, ha permitido a la entidad superar este porcentaje en los últimos años.
La retribución total para el accionista aprobada para 2014 contempla un pago de 0,60 euros por acción.
En un momento en el que la rentabilidad de la banca está en el punto de mira, Ana Botín señaló que la entidad estaba camino de cosechar buenos resultados en 2014.
Hasta junio, el Banco Santander tuvo un beneficio de 2.756 millones y algunas casas de análisis ya apuntan que podría superar los 6.000 millones hacia finales de año.
«Cuando está ya próximo a concluir el tercer trimestre, puedo decirles que las tendencias positivas en la evolución de los resultados del grupo se confirman», dijo la ejecutiva, vestida de negro con un pañuelo del rojo corporativo al cuello.
La hasta ahora responsable de la división británica del Santander destacó durante su intervención como principales retos las nuevas exigencias regulatorias a los que se enfrenta la banca en Europa derivados de unos exhaustivos exámenes a su balance y unas posteriores pruebas de resistencia.
Sin aportar datos concretos sobre capital, Ana Botín simplemente destacó que la entidad contaba con «la fortaleza de balance y la capacidad de generación de ingresos necesarios para consolidar una evolución sostenible y creciente de nuestros resultados».
En el mercado algunas casas de análisis identifican al Santander como una entidad algo justa en términos de capital.
De hecho, los analistas de Goldman Sachs señalaban en un informe reciente que, basándose en un sondeo entre inversores internacionales, Santander ocupaba el puesto número doce en el ranking de bancos con probabilidades de tener necesidades de capital en los escenarios de las pruebas de estrés.
Respecto a su equipo directivo, Ana Botín expresó su total confianza en el consejero delegado de Santander, Javier Marín.
«El consejero delegado y yo hemos trabajos muchos años juntos y quiero destacar que vamos a continuar juntos de aquí en adelante», manifestó.
DIVERSIFICACIÓN Y TENDENCIA POSITIVA DE RESULTADOS
Durante la junta, Ana Botín destacó que con la aprobación de una oferta para comprar el 24,75 por ciento capital de Banco Santander en Brasil que todavía no tenía, se afianzaba la política de diversificación del grupo, «clave para consolidar esta nueva fase de crecimiento de nuestros beneficios».
La junta extraordinaria de accionistas del banco, convocada a principios de agosto, aprobó la emisión de un máximo de 665 millones de acciones del banco, el equivalente a un 5,62 por ciento de Santander, 4.686 millones de euros.
Brasil, que es junto a Reino Unido uno de los motores de la cuenta del banco con un peso del 20 por ciento en sus beneficios, es uno de los diez mercados en los que el Santander cuenta con una presencia significativa a nivel mundial.
Ana Botín aprovechó la operación en Brasil para mandar un mensaje de confianza sobre su economía al destacar que «superará el período de desaceleración económica por el que está pasando» y señaló que esta transacción permitiría al banco un aumento de los ingresos por acción del grupo en los próximos años, «gracias a las favorables perspectivas de nuestro banco en Brasil», señaló.
Además, Ana Botín también defendió que la operación en Brasil suponía un espaldarazo a la política del grupo de tener filiales cotizadas en bolsa.
En estos momentos, Santander tiene pendiente sacar a bolsa su filial en Reino Unido.
Sobre su posible sucesor al frente de Santander UK no quiso hacer comentario aunque señaló que se tomaría una decisión pronto.
La junta extraordinaria, convocada hace semanas, aprobará la emisión de un máximo de 665 millones de acciones del banco (el 5,8% de su capital), equivalente a 4.686 millones de euros. Con estos títulos, el Santander lanzará una opa por el 25% de su filial brasileña. Todavía no se sabe el número exacto de títulos que emitirá porque la oferta no ha concluido. Además, es voluntaria y no está condicionada a un nivel mínimo de aceptación.