

Si bien «Ocho apellidos vascos» fue una película de la que se estimaba no iba a tener aceptación, hoy se puede decir que ha tenido más que buena aceptación. Ha sido sorprendente, por el tema tratado y por el éxito que ha tenido en estreno, cartelera y después.
Leiza, pueblo al norte de Navarra colindante con Guipúzcoa, fue protagonista en esta película y, transcurrido el tiempo, conocemos los datos del turismo que certifican que éste ha aumentado en gran medida. Que hay personas que vienen a Leiza y hacen el recorrido por todos los pueblos en los que se desarrolla la propia película.
No se si es algo así como fetichismo, interés por conocer tierras y pueblos, falta de ideas para el turismo o la necesidad de tener de qué hablar y llevar a un pueblo a la farándula de lo espectacular y raro. El caso es que la gente recorre estos lugares y recorre Leiza.
Sea como fuere, lo peor de todo es la imagen que estas personas se llevan de este pueblo y de Navarra. Un pueblo, gobernado por Bildu, en el que el nacionalismo vasco y el apoyo a ETA y a sus presos se percibe por todas sus calles. Un pueblo que refleja y hace sobrevivir lo más duro de la película.
Tristemente, se llevan el recuerdo, la imagen de un pueblo como el que deja entrever la ficción de la propia película, sólo que en la realidad está alejado de la convivencia y del humor.
Directora NI
Todo estaría perdido si solo formaran parte de la corporación municipal los filoetarras de BILDU. hay que destacar la presencia del partido DERECHA NAVARRA Y ESPAÑOLA, también en este municipio. Un concejal frente a 9 de BILDU, pero algo es algo.