

El futuro del Bicing pasa por la electricidad. No la que impulsa las más de 400 estaciones distribuidas por toda Barcelona, sino la que asistirá al pedaleo para que el ciclismo urbano llegue a sectores de la población que ahora consideran que este medio de transporte requiere un esfuerzo inasumible.
A finales de año está previsto que el ayuntamiento barcelonés inicie una prueba piloto con 300 bicicletas que se incluirán en el servicio público. Todo, de cara al nuevo Bicing, eléctrico y mejorado, que se hará realidad de manera definitiva cuando venza el actual contrato, en marzo del 2017.
El Bicing eléctrico, hecho con una máquina 100% fabricada en Catalunya, tendrá desplegadas en enero 300 unidades en 45 estaciones en aparcamientos de BSM (32), párkings privados (8) y en la superficie (5). Sólo podrán abonarse entre 7.000 y 8.000 personas, una decisión quizás condicionada por los primeros tiempos de la bicicleta pública de Barcelona, cuando no se estableció tope y se rozaron los 200.000 usuarios que, poco a poco, y conforme fue creciendo el precio de la tarifa, fueron cayendo.
Los usuarios deberán abonar un extra de 14 euros anuales, que se sumarán a los actuales 47, además de 0,45 euros por la primera media hora de uso y 0,80 euros por cada fracción de 30 minutos más hasta un máximo de dos horas. Las bicicletas pesan 23 kilos y pueden alcanzar los 25 kilómetros por hora, y podrán circular por los carriles bici.
La intención del consistorio de la Ciudad Condal ha sido siempre la de impulsar una conversión que amplíe el espectro de usuarios y permita ahorrar en la redistribución de bicicletas entre la parte alta y la cota más baja de la ciudad. El alcalde Xavier Trias defiende que el futuro de la movilidad en Barcelona pasa por la bicicleta eléctrica. Esas eran las órdenes del alcalde, y ése parece que será el principal requisito cuando a finales del 2015 empiece la licitación para adjudicar el nuevo concurso de bicicleta pública de la capital catalana.
Para poder utilizar las nuevas unidades será necesario ser abonado del Bicing y sufragar una cuota extra que no superará los 15 euros anuales. Los viajeros deberán pagar por cada viaje que realicen, lo que abre la puerta al sistema tarifario que CiU siempre ha considerado el más adecuado: el de pago por uso, pues a su modo de ver no tiene sentido que el que realiza tres desplazamientos diarios pague lo mismo que el que sólo requiere uno a la semana. El coste de incorporar estas unidades al sistema, que ya consta de 6.000 bicicletas, es de 5,1 millones de euros.
El ayuntamiento ha puesto como condición que se busque tecnología 100% catalana. Entre los requisitos, que la máquina no supere los 23 kilos, que alcance una velocidad máxima de 25 kilómetros por hora, que la vida útil de la batería de litio sea de 20.000 kilómetros y que la recarga se realice en dos horas. La mayoría de nuevas estaciones eléctricas no estarán en superficie por el miedo a los robos. Sí las habrá en la plaza de Sant Miquel, en el paseo de Gràcia, Tetuan, Sagrada Família y plaza de Espanya.