La indignación y el dolor se podían leer en las caras de las más de 1700 personas que han acompañado a las familias de las víctimas
El Polideportivo Municipal de Monterrubio de la Serena estaba abarrotado una hora antes del inicio del funeral por los cinco chicos fallecidos en el trágico accidente cuando volvían de disputar, con éxito, un partido de fútbol. Las 1.000 sillas dispuestas en la instalación deportiva estaban ya ocupadas. Se habilitaron un par de decenas más, pero seguían siendo insuficientes para todos aquellos que querían seguir el oficio religioso.
Fuera del polideportivo se ha quedado medio millar de personas que querían acompañar a las familias en el último adiós a Javier, Juan Pedro, Ismael, Bernardo y José Manuel, en una jornada, muy calurosa, bajo un sol abrasador, pero sobre todo muy triste. Demasiado. Bajo una fuerte protección policial, toda la comarca extremeña contiene el aliento, en el momento más angustioso de su historia.
Durante 40 minutos, en una eucaristía presidida por el arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García-Aracil , la localidad y vecinos llegados de diferentes puntos de Extremadura, Ciudad Real e incluso Madrid han llorado la muerte de las víctimas.
Después de la misa, los cuatro de los chicos fueron enterrados en el cementerio municipal, mientras que el quinto, procedente de La Nava, una pedanía de Benquerencia de la Serena (Badajoz), lo fue en su localidad.
En las inmediaciones del polideportivo, donde ha estado instalada la capilla ardiente hasta esta mañana, la tristeza se mezclaba con la rabia. «El conductor de la excavadora no tiene perdón», nos comentaba una vecina de la localidad entre lágrimas tras preguntarle por la posibilidad de que Fernando Fernández hubiera escondido el vehículo que conducía tras producirse el accidente.
La Familia Real se vuelca con los familiares
Unos minutos antes de que diera comienzo el funeral, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, fue recibido por el presidente de Extremadura, José Antonio Monago y las autoridades políticas y civiles de la comunidad extremeña, que también. El secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, y la directora general de Tráfico, María Seguí también se desplazaron a la localidad.
A las diez de la noche del viernes, llegaban dos coronas de flores en las que se podía leer: «SSMM los Reyes» y «SSMM Los Príncipes de Asturias», que pronto unas vecinas de la localidad las llevaron al pie de los féretros.