José María Aznar no participará en la campaña electoral del PP de las europeas. El ex presidente del Gobierno se encontrará fuera de España durante las dos semanas previas al 25 de mayo, y aún en fechas anteriores, para atender distintos compromisos internacionales. Pero lo cierto es que, según fuentes próximas a la fundación que preside, «nadie» de Génova ha contado con él.
Las fuentes consultadas aseguran que «nadie del partido», en el que Aznar ostenta la presidencia de honor, «se ha dirigido al presidente para pedirle, ni verbalmente ni por escrito, participar en la campaña». Un particular sobre el que, de manera significativa, y ante las preguntas reiteradas, la dirección del PP y de la campaña aseguró no tener «nada que decir».
La inédita ausencia de Aznar -que ha participado en todas las campañas desde 2004, salvo en las europeas de aquel mismo año, apenas dos meses después de la debacle del 11-M- coincide, paradójicamente, con la llamada a la movilización de «los nuestros», hecha esta pasada semana por el presidente del PP, Mariano Rajoy, ante su Comité Ejecutivo, lo que ayer causó sorpresa entre algunos dirigentes del partido.
Coincide también con el relevo de Jaime Mayor Oreja como cabeza de lista por Miguel Arias Cañete, quien la semana pasada, por cierto, se estrenó en el puesto con unas declaraciones significativas: «Nunca he estado más a gusto en un Gobierno que en éste», afirmó por dos veces, en los pasillos del Congreso y en el mitin de presentación de la candidatura, celebrado el sábado pasado en Toledo.
En todo caso, la llamativa falta de invitación de Génova y la propia -y también deliberada- incomparecencia de Aznar comienzan a parecerse a la vieja historia del huevo y la gallina; a la historia de un desencuentro plagado de desplantes y de origen ya algo incierto. Sabido es que las relaciones entre Aznar y Rajoy, entre Aznar y la propia dirección de Génova, no pasan por sus mejores momentos. La crisis estalló, tras año y medio de silencios, con la entrevista televisiva del ex jefe del Ejecutivo de mayo del año pasado, en la que se erigió en guardián de las esencias del partido y portavoz de su castigado electorado.
