Frente a la postura de IU, durante buena parte del día pareció que la líder socialista no aceptaba cumplir con las exigencias antidemocráticas de su socio de gobierno. Defendiendo la justicia y legalidad en la prioridad de quienes “esperan pacientemente en una lista, por muy mal que lo estén pasando”. Sin embargo, en un giro radical del discurso mantenido sólo unas horas antes por Susana Díaz, la Oficina del Portavoz del Gobierno regional informó de que las 8 familias que ya estaban realojadas de forma transitoria en viviendas de la Junta “pueden permanecer provisionalmente” en esos inmuebles. Además la presidenta andaluza ha firmado un decreto que devuelve las competencias a la consejería dirigida por IU.
Díaz ha hecho el ridículo con el dichoso decreto, cediendo ante la parte más radical y antidemocrática de la izquierda. Y lo grave es que campan a sus anchas sin respetar la legalidad. Eso crea un vacío de poder y justicia porque los ciudadanos en Andalucía quedan al arbitrio populista de tinte bolivariano. Es la izquierda del paro y la corrupción.
La presidenta Susana Díaz ha demostrado que su palabra vale poco, al final ha permitido saltarse la lista y ha quedado claro que es falsa la igualdad ante la ley que tanto pregonan. Un solemne y muy grade bofetón en la cara de los ciudadanos y de aquellos que cumplen la ley.
Directora de Navarrainformación.es