

El nuevo sistema para la fijación de precios de la electricidad que entrará en vigor en abril tras la supresión del sistema de subastas supondrá una revolución en la tarifa de la luz. El nuevo mecanismo para fijar los precios tomará como referencia el precio medio diario del mercado mayorista eléctrico (el denominado pool) durante el periodo de facturación, que puede ser mensual o bimensual. No obstante, los usuarios con contador con discriminación horaria (o inteligentes) pagarán en función de su consumo y del precio del mercado en cada hora.
Estos contadores, cuyo coste es de 43 euros más 10 de instalación, lo tienen siete millones de hogares. Esta posibilidad genera “cierta volatilidad” —el precio del mercado fluctúa por diversos factores, como la disponibilidad de producción renovable o el consumo por las propias estaciones del año—, aunque se estima que el efecto que tendrá no será de más de tres o cuatro euros al año “arriba o abajo”.
El ahorro global con el nuevo sistema será superior a los 200 millones de euros, en torno al 3% de la factura, y afecta a unos 16 millones de usuarios, que en porcentaje suponen el 15% del consumo del sistema. Industria considera que con el nuevo método se elimina el efecto encarecedor de las anteriores subastas y se reduce el coste de la energía en torno al 10%. El antiguo sistema, que fijaba los precios trimestralmente, generó, según cálculos de Industria, un sobrecoste de 1.160 millones en el periodo comprendido entre 2010 y 2013 (500 millones en 2010, 200 millones en 2011, 250 millones en 2012 y 210 millones el pasado año).