

Susana Díaz llegó a la presidencia del gobierno andaluz y en su labor de aumentar y pasear su ego fuera de Andalucía, ha realizado un viaje-visita-reunión-consulta a Cataluña.
Con los problemas, verdaderos problemas, de corrupción que tiene en Andalucía que afectan a su partido, a su sindicato UGT y a CCOO, trata de desviar la atención. Problemas que en sus medidos, pero endebles y ficticios discursos, afirma que va a resolver. Pues bien, lejos de su prometida solución y su lucha contra la corrupción, va a Cataluña a esconder la corruptela y a hablar de lo que ¿le corresponde?
¿Quiere erigirse en sucesora de Rubalcaba o quiere ser la anfitriona de lo que piensan y no piensan en el PSOE? Ha abordado la reforma de la financiación autonómica, la aplicación de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) y la consulta de autodeterminación. ¡Eso en una visita a Cataluña!
Creo que el PSOE en su lucha y carrera por mantener el bipartidismo del poder con el PP, está cometiendo errores que están muy por encima del problema interno de liderazgo o no de Rubalcaba.
Susana Díaz tiene buenas palabras, buena imagen, buen tono, pero eso sólo eso.
Directora Navarrainformaciona.es