

El juez decano de los Juzgados de Palma, Francisco Martínez Espinosa, ha autorizado que la infanta Cristina pueda acceder en vehículo a los juzgados el próximo día 8 de febrero, donde declarará como imputada.
Martínez Espinosa había esperado la decisión final de la policía, que prefiere que la hija del Rey llegue en coche, antes de pronunciarse. Sin embargo, será la Infanta la que tenga la última palabra sobre este asunto, puesto que puede optar finalmente por hacer el paseíllo.
La declaración de la hija del Rey como imputada en el caso Nóos está prevista para el 8 de febrero. Para esta ocasión el Ministerio del Interior ha elaborado un plan de intervención. La conclusión de la policía es que «por estrictos motivos de seguridad» la Infanta llegue en coche y así evitarle el paseíllo de 50 pasos por la cuesta de la puerta de atrás de los juzgados. Uno de sus abogados, Jesús María Silva, ha declarado este viernes a los medios que acatarán «cualquier decisión del juez», pero ha recordado que existen «razones de seguridad», según el informe de la policía.
Su marido, Iñaki Urdangarin, ya lo hizo en dos ocasiones, al acudir a declarar como imputado ante el juez José Castro. Entonces, el juez decano concedió al yerno del Rey el privilegio de poder llegar en coche hasta la puerta, argumentando circunstancias excepcionales, pero Urdangarin lo descartó.
El plan de entonces y de ahora, elaborado por el Ministerio de Interior ha sido pactado por representantes de la Casa Real, la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Local. Las fuerzas de seguridad bloquearán la circulación de las dos calles más cercanas a la puerta trasera de los juzgados, donde se encuentra la popular cuesta.