
Despedimos un año de graves incumplimientos políticos, amnistía encubierta de asesinos etarras, de subida de impuestos, de aumento dramático del paro, de cierre de empresas grandes y pequeñas, de altercados en las calles, el escándalo de las dietas de Caja Navarra, el fraude de las preferentes, el escándalo de los correos de Blesa, de corrupción generalizada con el caso Bárcenas, los ERE, Palau, Gürtel, Noos… casos de corrupción a diario y no pasa nada, nadie devuelve un solo euro de lo robado ni entra en prisión.
Son los propios políticos los que aseguran que los programas electorales están para no cumplirse. Algo que ha ido motivando una actitud poco exigente en la ciudadanía hacia la política y que la está devaluando al tiempo que aumenta la desafección hacia los dos grandes partidos nacionales por su gestión política tan deficiente y la clase política en general. Finalizado el año, en el 2014 afrontaremos las elecciones europeas y el órdago secesionista catalán como citas políticas relevantes para el nuevo año y en materia económica con el anuncio de Rajoy que vaticina la salida de la crisis. Sea como fuere el ciudadano de a pie es el que paga en todos los sentidos. Con sueldos a la baja, precios, tasas e impuestos al alza, y la mayoría de servicios básicos como la luz o los carburantes disparando sus costes mes a mes pese a la caída del consumo. Y en el 2014 que empieza se acentuará este escenario y seguirá la crisis.
Creo que las personas son cada día más conscientes de que el PP y el PSOE son lo mismo, que votaremos a cualquier otro partido o candidato siempre que nos ofrezca regeneración política, que buena falta nos hace. El votante se debe concienciar que tiene un arma muy poderosa en sus manos cuando se incumplen promesas que es el castigo político con el voto en las siguientes elecciones. Directora de Navarrainformación.es