
La ejecutiva celebrada por el PP nacional causó gran impacto mediático, pero sobre todo impacto político. Rajoy aseguró ante toda la plana mayor que “no ha cambiado ningún cromo con Cataluña”. Sin embargo, esto tiene difícil lectura y poca credibilidad ya que, en estos últimos tiempos, tanto los ciudadanos, como sus votantes y simpatizantes hemos sido partícipes de conductas que indican todo lo contrario.
Por mucho que Mas responda a Rajoy que “lo que está en juego no es un cambio de cromos”, no podemos olvidar hechos que se superponen unos a otros intentando confundir. Hechos como dar dinero a Cataluña a petición de CIU y del PPC por mediación de Camacho sin olvidar los 3.292 millones de euros del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA); posibilitar el PPC su apoyo al gobierno de Mas; el incumplimiento de la ley y sentencias judiciales por parte del gobierno de CIU; “saltarse la ley a la torera” con el fin de imponer una consulta para el secesionismo independentista; escenificar, CIU y el gobierno catalán, su “desobediencia” y su propuesta soberanista…
En fin, son hechos que, lejos de hacerlos entrar “en el juego de un cambio de cromos”, concluyen visiblemente en una “dejación de funciones” del presidente del Gobierno español, que es quien debería hacer cumplir la ley, las sentencias judiciales y la Constitución, hasta el punto de, amparado en ésta, “intervenir” en Cataluña y suspender la autonomía.
Tanto la estrategia de financiación Camacho-Rajoy como los “cromos” de Rajoy están causando malestar interno y Aznar, quien hablaba catalán en la intimidad y quien defenestró a Alejo Vidal-Cuadras, ha hablado alto y claro contra aquellos que «han decidido romper con España» pidiendo no quedar al margen de lo que está ocurriendo hoy. Pero, puesto que el acto en el que dejó estas declaraciones, se encontraba con personas de relevancia como María San Gil, le faltaba claridad al respecto. Habla con la autoridad del buen gobernante, del que cumple su palabra. Pero en estos momentos en los que la persona a la que confió el PP está en silencio e inoperante, se necesita algo más, no sólo palabras. Muchos afiliados al PP están expresando, en privado y en público, su contrariedad y oposición a Mariano Rajoy y a los dirigentes actuales. Esta situación interna es muy preocupante para su partido y, por ser Gobierno de la nación, para la integridad de España.
Directora de Navarra Información