Cerca de la celebración del 12 de octubre, día de la Virgen del Pilar, de la Hispanidad, de España y de la Guardia Civil hacen explotar una bombona dentro de la Basílica del Pilar.
Según fuentes policiales este acto de violencia contra el culto religioso “tiene similitudes con el ocasionado por un grupo de anarquistas el pasado febrero en la Almudena de Madrid”.
El Subdelegado del Gobierno de Zaragoza, Ángel Val, ha indicado que el artefacto explosionado en el Pilar de Zaragoza, será analizado minuciosamente por la policía, descartando que pudiera haber otro segundo artefacto.
El artefacto se detonó a las 13:45 en el pasillo central de la Basílica, Vía Sacra, provocando daños materiales, alarma y daño en el tímpano a una mujer.
El atentado con bomba sufrido por la Basílica del Pilar no ha merecido acuerdo institucional alguno de condena en las Cortes de Aragón. Contrasta con la inmediata reacción que nacionalistas y partidos de izquierdas solicitaron en el Congreso de los Diputados hace escasas semanas, tras un altercado protagonizado por varios ultraderechistas durante un acto celebrado por la Generalidad en Madrid con motivo de la Diada, el pasado 11 de septiembre. Y el Ministro del Interior sin haber realizado aún detenciones. ¿Acaso va a quedar este acto impune?